VoltaireNo estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo.

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Miedo a las nuevas ideas?
No, a mí lo que realmente me horrorizan son las viejas ideas





jueves, 10 de julio de 2014

Metiendo miedo en el cuerpo


  • Grandes compradores dicen que el precio del aceite está inflado y advierten de una caída de la demanda

  • Cooperativas niegan que los pedidos se hayan reducido y aseguran que «en junio ha operado todo el mundo» con normalidad


El consumo de aceite de oliva se ha recuperado en España a pesar de la crisis.
 El consumo de aceite de oliva se ha recuperado en España a pesar de la crisis. / R. I

Pocos. Muy pocos mensajes de los que se lanzan en el sector oleícola son inocentes. Detrás siempre hay una intención. Un objetivo. Y lo que está ocurriendo en estos momentos conviene interpretarlo en esta clave. Como bien saben muchos de ustedes, la gráfica de los precios del aceite de oliva lleva apuntando hacia arriba desde hace un mes. Tanto es así que posiblemente esta semana se alcance ya esa barrera psicológica de los 2,20 euros por kilogramo que marca la viabilidad para la generalidad de las plantaciones jienenses –realmente siempre se ha hablado de un umbral que va de los 2,20 a los 2,40 euros–. ¿Qué pasa? Pues que, después de siete meses por debajo de rentabilidad –algunas organizaciones llegaron a pedir la activación del almacenamiento privado–, los aceituneros, una 110.000 familias por estos pagos, están viendo el color y resarciendo parte lo que no ganaron los meses anteriores. Es más, la previsión es que esta tendencia se mantenga durante julio y ya hay quien apunta que se podría llegar a los 2,50 euros por kilogramo. Y aquí están saltando las alarmas, en teoría, para los grandes operadores nacionales e internacionales, que ya están advirtiendo, mediante mensajes más o menos velados en diferentes canales informativos, que están dando un paso atrás. Que esos 2,20 euros están inflados.
Pues ‘habemus polémica’, aunque esto no es nada nuevo. Lo primero que hay que preguntarse es si, en efecto, los compradores están reculando. Para ello, IDEAL ha realizado una pequeña encuesta entre un grupo de cooperativas. Y la respuesta coincidente en todos los casos es que no. Especialmente significativo es el testimonio de Esteban Momblán, gerente de Interóleo Picual Jaén, empresa jienense que se ha convertido ya el tercer comercializador de graneles más importante del mundo. «No tenemos la percepción de que se esté produciendo una retirada», asegura Momblán, quien agrega que el producto se está apreciando porque se prevé que la próxima campaña sea corta y porque los productores tienen ya poco que vender y quieren compensar en estos últimos meses. En cualquier caso, dice Momblán, «en junio ha operado todo el mundo».

Y es que se está produciendo la confluencia de varias circunstancias que están propiciando que el ‘oro líquido’ esté ya en esos 2,20. Lo primero y principal es que estamos en una coyuntura de más demanda que oferta. Almazaras y cooperativas de Jaén, con entre el 60 y el 70% de su producción ya ventilada, están ofreciendo pocas partidas obligados, al mismo tiempo, por la necesidad de disponer de un ‘stock’ estratégico para el próximo curso, que se calcula que será mucho más corto. También es frecuente que la carga fiscal se reparta entre dos ejercicios.
El consumo nacional ha mejorado mucho. Están saliendo una media de 48.025 toneladas, lo que supone un incremento del 17,7% respecto al ejercicio anterior. El factor coste es clave en un país donde la recuperación solo se nota por ahora en las grandes variables macroeconómicas. Los ciudadanos siguen reduciendo su gasto. También en alimentación. Según la Encuesta de Presupuestos Familiares publicada recientemente por el Instituto de Estadística de Andalucía, los hogares andaluces –y por extrapolación los jienenses– redujeron en 122 euros la cantidad que destinaron a alimentación en 2013. Pues en este contexto se produce esa subida del 17,7%. Los usuarios se están llevando a casa un artículo de alta calidad, muy valorado por sus bondades culinarias y para la salud, por muy poco dinero.
Pero lo que sí está repuntando de forma más que notable son las exportaciones. Las fábricas españolas están enviando al extranjero una media de 88.475 toneladas al mes, lo que significa un aumento del 84,6% respecto al curso precedente.
Pero más allá del mercado, hay otros dos factores que están teniendo una incidencia más que notable. Los apunta el secretario general de COAG en Jaén, Juan Luis Ávila. Por una parte, a diferencia de lo que ha sucedido en campañas anteriores, tan solo España acapara existencias, lo que obliga a proveerse aquí. «Por ahí fuera no queda ni gota», resume Ávila, quien refiere que uno de los principales detonantes es que los propios envasadores han constatado, «enviando técnicos incluso a las propias explotaciones», que la próxima cosecha es baja y que no tendrá nada que ver con esta última.