Pequeños movimientos sísmicos se repiten en La Loma, Mágina y parte de Cazorla desde finales de 2011. No es para preocuparse, como dejan claro los científicos, pero tampoco es normal. La UJA ya ha descubierto que los temblores suelen ser a unos veinte kilómetros de profundidad y no tienen relación alguna con fallas próximas.
El alcalde de Jódar, José Luis Hidalgo, no tenía ni idea de que ayer de madrugada, a las 2:53:14, hubo un terremoto localizado al sureste de Jódar. Llamó a la Policía Local, por si habían recibido algún aviso y nada. Tampoco el Servicio de Emergencias de la Junta había atendido llamadas de vecinos asustados por el temblor. Es normal, el seísmo fue de baja magnitud, 1,9 grados en la escala Ritcher, apenas como un achuchón cariñoso. Este episodio natural es mucho más suave que el movimiento sísmico registrado el 31 de enero, que sí asustó a la provincia jiennense y a las limítrofes, con sus cuatro grados de intensidad. En definitiva, pasó desapercibido para el común de los mortales. Pero los científicos sí le prestaron atención. El sismólogo José Antonio Peláez, del grupo de investigación de Riesgo Sísmico y Tectónica Activa de la Universidad de Jaén, prevé que este miniterremoto es uno más de una serie que continuará durante un tiempo. “En principio, no es una cuestión preocupante”, aclara el experto que lo que no puede dejar de apuntar es que se trata de un fenómeno poco habitual.José Rodríguez Cámara / Jaén Más información, en la edición impresa de Diario JAEN
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