Planeaban movilizaciones para denunciar el impago de cuatro nóminas y estaban dispuestos a llegar, incluso, a la huelga. Sin embargo, el viernes pasado, una llamada a última hora alteró el calendario de protestas que pergeñaban los trabajadores de la residencia “Entrepinares” de Cambil con ayuda de CC OO. La propuesta era suculenta: un cambio en la gestión del centro, y llegaba de la mano de la empresa que promovió la construcción del edificio, Entrepinares del Mercadillo, S. L. El planteamiento era hacerse cargo de la residencia desde ayer, primero de julio. “Supuestamente, Sagesur ha dado el visto bueno, así que Entrepinares entra hoy, aunque los papeles no se le den hasta el día 15. Sería con carácter retroactivo”, explicó, ayer, uno de los delegados sindicales de CC OO en la residencia, Francisco Vilches.
Las condiciones del cambio se acordaron esta semana y los propios empleados votaron a favor, indicó la responsable de Enseñanza Privada en CC OO, Quiti Bravo. Pero advirtió: “Este traspaso dependerá de que la Junta le apruebe a la nueva empresa el concierto de plazas que, actualmente, mantiene con el grupo Sagesur”. La Delegación de Educación tendrá la última palabra en un acuerdo en el que la firma Entrepinares del Mercadillo, S. L. se ha asegurado que los 63 trabajadores de la residencia no actuarán judicialmente contra ella para reivindicar el pago de las tres nóminas que se les adeuda. A cambio, la nueva empresa, que “ya ha comenzado a pagar a proveedores”, se compromete a “respetar las condiciones laborales y la antigüedad” de los empleados, aseguró Francisco Vilches. “Tranquilos” por este incipiente cambio en la gestión de la residencia “Entrepinares”, la mirada de los trabajadores se dirige ahora a la Junta, a que ella le dé su visto bueno.
Nuria López Priego / Jaén
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