VoltaireNo estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo.

Voltaire



Miedo a las nuevas ideas?
No, a mí lo que realmente me horrorizan son las viejas ideas





martes, 30 de noviembre de 2010

La Ley del Olivar revolucionará las ayudas al no repartirlas por igual

Enrique Alonso /JaénLa Ley del Olivar entra hoy al Consejo de Gobierno de Andalucía, que tiene prevista su aprobación. De esta manera, se convertirá en un proyecto legislativo que se enviará al Parlamento para que le dé toda validez orgánica. Será la primera norma del mundo creada para regular un cultivo.

La norma nace bajo la inspiración de que no todos los agricultores tienen los mismos problemas para producir cosecha y calidad, por lo que no puede establecer un reparto de subvenciones en función de la producción o los derechos históricos, que son las fórmulas que se han utilizado hasta el momento para repartir el dinero que asegurara la rentabilidad del cultivo rey de Jaén.
Por ello, según ha podido saber Diario JAEN, el documento que entra hoy en el Consejo de Gobierno de Andalucía propone un reparto asimétrico de las subvenciones. Lo hace bajo la premisa de que todos los agricultores deben tener la garantía de una renta mínima que les permita vivir y no abandonar las zonas rurales. Sin embargo, considera que hay algunos que tienen más oportunidades que otros. O, dicho de otro modo, no considerará igual un olivar de regadío que se pueda mecanizar que otro que esté en zonas escarpadas o en parques naturales.
el reparto. La fórmula que propone primará a los productores que tengan más necesidades y a las zonas con más deficiencias para mantener la economía, que es lo que se denomina el reparto asimétrico de los recursos. Asimismo, tendrá en cuenta un reequilibro entre las administraciones que beneficie a los olivareros. No obstante, la norma tiene otras novedades.
Otro de los cambios radica en que la Administración autonómica firmará contratos con los productores. Lo podrá hacer con un olivarero a título particular, con denominaciones de origen, con comarcas o, incluso, con provincias enteras. El acuerdo se establece para obligar a las dos partes a cumplir un compromiso.
Por ejemplo, la Junta podría sellar una cantidad de dinero a los agricultores de Sierra Mágina si se comprometen a no quemar ramón en el monte o propondría a los productores de unos municipios que lleven el ramón para generar biomasa. Si se cumple, se da el dinero. Si no, se escapa esta subvención. Asimismo, los que cumplan con los acuerdos tendrían acceso a otro pacto, que se denominarán “contratos territoriales”. En cambio, los que no cumplan el acuerdo no cobrarán y, además, se podrán quedar fuera de este sistema que tratará de llevar más euros al campo. El Consejo Andaluz del Olivar será un “comité de sabios” que se encargará de proponer iniciativas y supervisar la implantación de la norma. Estará compuesto por veinte miembros, que serán de la Administración, del sector —se buscará representación de todos— y también habrá expertos de relevancia.
Las medidas de fomento previstas se desarrollarán a través del Plan Director del Olivar, que se constituirá en un plazo máximo de un año tras la entrada en vigor de la Ley. Se encargará de determinar la intervención y la colaboración pública-privada en aquellos territorios en los que la producción de la aceituna o de aceite de oliva sean fundamentales para la economía, el empleo, el mantenimiento de la población en el medio rural y la conservación del patrimonio natural.
Al igual que plantea la Unión Europea, la Ley del Olivar primará la conservación de la naturaleza, por lo que los agricultores que cumplan los compromisos ambientales tendrán ventajas sobre el resto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario