desprendimiento. Una de las rocas que se desprendió sobre las viviendas de la calle Molinillos de Cambil, el 4 de enero de este año. Agustín MuñozLos primeros días del año, los vecinos de Cambil vieron como, casi literalmente, les llovían piedras sobre la cabeza. El temporal de aquellas fechas, que ahora parece repetirse, con abundantes lluvias y nevadas, desestabilizó los cerros que abrigan el pueblo de Sierra Mágina. Por aquellas fechas, había una decena de inmuebles afectados en el municipios, repartidos en la calle Molinillos, donde se desprendió parte del peñón de Santa Ana, y el barrio de La Placeta. El Ayuntamiento, aparte de limpiar las casas afectadas, en las que, en algunos casos, una lengua de piedras y tierra entró en salones o patios, poco más podía hacer. Es un problema complejo que requiere importante recursos para ser solventado y que precisa un esfuerzo de las arcas municipales inasumible. El alcalde, Luciano Vílchez, solicitó ayuda a otras administraciones y se le concedió. Las obras para fijar las laderas y reparar los destrozos comenzaron a finales de enero y, actualmente, ya están acabadas.
Al igual que ya se hizo en Santisteban del Puerto, donde también cayeron rocas del macizo bajo el que está el casco urbano, las medidas para frenar las avalanchas en Cambil consisten en la estabilización de los peñones y la colocación de mallas protectoras y la construcción de muros de contención, como aclara el máximo responsable municipal.
La inversión ejecutada en el municipio es fruto de la colaboración del Gobierno central, a través de la Subdelegación en Jaén, la Diputación y la Junta. En una primera fase se emplearon doscientos mil euros y en la segunda y, por el momento, definitiva, cuatrocientos mil. El proyecto contempló la colocación de protecciones en Los Castillos, inestables también, según determinaron los técnicos
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