Volver al tajo no será fácil en los campos de campiña de Jaén.
Muchos olivares siguen encharcados a causa de las continuas precipitaciones y las previsiones apuntan a que los chubascos se mantendrán durante todo el mes de enero. El cambio del tiempo es ya histórico y se hizo notar en los pluviómetros de la capital. Desde enero hasta finales de diciembre de 2010 se acumularon casi 840 litros por metro cuadrado, de los que 200 fueron en los últimos 30 días. Asimismo, en el primer semestre se recogieron algo más de 400.
La situación, algo atípica si se tienen en cuenta temporadas pasadas, cuando la sequía obligaba a emprender campañas de sensibilización para reducir el consumo de agua en el hogar, ha cambiado y también tiene su efecto en los pantanos jiennenses, que, ayer, rozaban el 90 por ciento de su capacidad, y eso, a pesar de los continuos desembalses que se realizan, desde la semana pasada, para garantizar el almacenamiento con vistas a más chubascos en los meses venideros. Así, en estos momentos sólo uno, el Dañador, supera el 100 por 100 de su capacidad, y, según los datos facilitados por la Consejería de Medio Ambiente, 2 más, el Aguascebas y el Jándula, se encuentran prácticamente repletos. De igual forma, el Aguascebas, el Guadalmena, el Quiebrajano y el Rumblar superan el 90 por ciento, algunos puntos más que la mayor presa, el Tranco de Beas, y el Guadalén, la Fernandina o el Giribaile. El que cuenta con un menor nivel, aunque está al 63 por ciento, es el Víboras. Lo curioso es que, aunque se aprecia un leve descenso con respecto a semanas anteriores, los pantanos jiennenses disponen de casi el doble de agua que en el mismo periodo de hace un año. Ayer mismo, todos aliviaban agua, especialmente el Giribaile, con unos 113 metros cúbicos por segundo. SILVIA RUIZ DÍAZ / JAÉN
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