Miércoles, 09 de Marzo de 2011 12:29 Diario JAEN JAÉN - NOTICIAS LOCALES
Seis meses de prisión y 720 euros de multa. Ese es el castigo impuesto a Salvador B. M., un ganadero de Cambil, por un vertido tóxico que causó una gran mortandad de peces en el río Guadalbullón. Se trata de la primera condena dictada en años en la provincia por un delito ecológico.
Los hechos se remontan al 24 de febrero del año 2007, cuando aparecieron centenares de barbos muertos en la zona “Venta Matías”, una zona perteneciente al término municipal de La Guardia. El equipo del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Jaén se hizo cargo de las investigaciones y determinó que los peces habían fallecido como consecuencia de un vertido tóxico, en concreto, de purines. Al Guadalbullón había llegado una importante cantidad de excrementos líquidos de cerdos, un residuo que es altamente contaminante. Por ello, está totalmente prohibido arrojarlo a los cauces públicos, pues ponen en peligro la flora y la fauna de la zona.
La Guardia Civil determinó que el derrame procedía de una granja de cerdos ubicada a decenas de kilómetros del lugar en el que se registró la mortandad de peces. En concreto, de una explotación ganadera ubicada en el llamado Cortijo de Bornos, en el término municipal del Cambil.
El ganadero que explotaba la finca se sentó ayer en el banquillo por ese vertido tóxico. Se trata de Salvador B. M., que ha sido condenado con seis meses de prisión. No ingresará en la cárcel pues carece de antecedentes penales. Este ganadero reconoció que los hechos se produjeron cuando intentaba reconstruir uno de los muros de las balsas utilizadas para almacenar los purines de la granja. Para realizar estas tareas, retiró las arquetas y las conducciones, lo que hizo que quedaran libres dos boquetes de medio metro de diámetro. Por esos agujeros se escapó el vertido (alrededor de 195 metros cúbicos), según se establece en la sentencia, dictada “in voce” por el Juzgado de lo Penal número 3 dada la conformidad del acusado. Fue considerado autor de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente. El derrame llegó hasta el arroyo Los Prados, que desemboca en el río Cambil que, a su vez, es afluente del Guadalbullón.
Junto a Salvador B. M., también se sentaron otras dos personas en el banquillo que fueron absueltas, ya que el fiscal retiró los cargos contra ellos. Eran el propietario de la explotación ganadera, que se la arrendó al acusado, y un trabajador de la finca. Rafael Abolafia/Jaén
Seis meses de prisión y 720 euros de multa. Ese es el castigo impuesto a Salvador B. M., un ganadero de Cambil, por un vertido tóxico que causó una gran mortandad de peces en el río Guadalbullón. Se trata de la primera condena dictada en años en la provincia por un delito ecológico.
Los hechos se remontan al 24 de febrero del año 2007, cuando aparecieron centenares de barbos muertos en la zona “Venta Matías”, una zona perteneciente al término municipal de La Guardia. El equipo del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Jaén se hizo cargo de las investigaciones y determinó que los peces habían fallecido como consecuencia de un vertido tóxico, en concreto, de purines. Al Guadalbullón había llegado una importante cantidad de excrementos líquidos de cerdos, un residuo que es altamente contaminante. Por ello, está totalmente prohibido arrojarlo a los cauces públicos, pues ponen en peligro la flora y la fauna de la zona.
La Guardia Civil determinó que el derrame procedía de una granja de cerdos ubicada a decenas de kilómetros del lugar en el que se registró la mortandad de peces. En concreto, de una explotación ganadera ubicada en el llamado Cortijo de Bornos, en el término municipal del Cambil.
El ganadero que explotaba la finca se sentó ayer en el banquillo por ese vertido tóxico. Se trata de Salvador B. M., que ha sido condenado con seis meses de prisión. No ingresará en la cárcel pues carece de antecedentes penales. Este ganadero reconoció que los hechos se produjeron cuando intentaba reconstruir uno de los muros de las balsas utilizadas para almacenar los purines de la granja. Para realizar estas tareas, retiró las arquetas y las conducciones, lo que hizo que quedaran libres dos boquetes de medio metro de diámetro. Por esos agujeros se escapó el vertido (alrededor de 195 metros cúbicos), según se establece en la sentencia, dictada “in voce” por el Juzgado de lo Penal número 3 dada la conformidad del acusado. Fue considerado autor de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente. El derrame llegó hasta el arroyo Los Prados, que desemboca en el río Cambil que, a su vez, es afluente del Guadalbullón.
Junto a Salvador B. M., también se sentaron otras dos personas en el banquillo que fueron absueltas, ya que el fiscal retiró los cargos contra ellos. Eran el propietario de la explotación ganadera, que se la arrendó al acusado, y un trabajador de la finca. Rafael Abolafia/Jaén
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