Clamor entre los olivareros para que Bruselas intervenga y ponga freno a una espiral que está destrozando al sector
23.01.12 - 00:26 - JORGE PASTOR | JAÉN.
Vuelta a la carga. A finales de septiembre, tras no pocas
súplicas, el comisario Ciolos dio su brazo a torcer y anunció del
almacenamiento privado. Habría ayudas para retirar 100.000 toneladas de
virgen de la circulación y que, ante una reducción de la oferta, la
demanda respondiera abriendo el puño. Máxima expectación. Si se repetía
la historia 2009, el producto se debería revalorizar 'a bote pronto'
entre un 10 y un 15 por ciento. Pero no. Pasaba el tiempo y la gráfica
apuntaba muy tímidamente hacia arriba. Nada que ver con lo ocurrido dos
años antes. Y siguió pasando el tiempo y los precios, lejos de mejorar,
volvieron a bajar, bajar y bajar hasta desembocar en la situación
actual. Todas las calidades por debajo de los umbrales de intervención.
No sólo el virgen, sino también los extras y los lampantes. Ahora sólo
falta que esta coyuntura se mantenga durante dos semanas, como dice la
OCM, para que Bruselas no pueda poner ni un solo pero a lo que ya es,
nuevamente, un clamor generalizado en el sector: que se ponga en marcha
el sistema otra vez, que se haga para las tres categorías -no sólo para
una- y sobre todo que la decisión se adopte ya. Cobra fuerza la
hipótesis de un cuarto ejercicio consecutivo con pérdidas.
Fijémonos en las cotizaciones en origen de los últimos
siete días. Tomemos como referencia, por ejemplo, el miércoles. Esa
jornada los extras se vendían a 1,746 euros el kilogramo, por debajo de
los 1,779 fijados en la OCM para la activación del mecanismo. Los
vírgenes 'se despachaban' a 1,634 euros, por debajo de los 1,719
estipulados en el reglamento. Y los lampantes se comercializaban a 1,519
euros el kilogramo, también por debajo de los 1,560 contemplados en la
normativa. El jueves, el viernes y el sábado se mantuvo el mismo
panorama, con leves oscilaciones al alza o a la baja. A Ciolos se le
acaban nuevamente las excusas.
Los porqués
¿Qué está pasando? Primero y principal que hay muchas
cooperativas y almazaras con necesidad apremiante de liquidez. Y lo
segundo que los grandes compradores 'han perdido' el miedo a cruzar la
línea roja. Al menos así lo entiende el jefe de los Servicios Técnicos
de Asaja-Jaén, Cristóbal Gallego. «Les da igual cerrar operaciones por
debajo de los límites», asegura. El problema es el siguiente. Según
Gallego, estamos ante un escenario de devaluación generalizado del
producto en todos los países (Italia, Grecia, Túnez...), lo que obliga a
exportar todavía más barato para ser competitivos y no sacrificar
márgenes. «Esta huida hacia delante está haciendo un daño enorme a
España, inmersa en esa espiral de depreciación de la que resulta
imposible salir en estos momentos», comenta Gallego.
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