El sector enfila la campaña con la
espada de Damocles de los bajos precios, un problemón por el quebranto
que supone cuatro años de pérdidas y porque la economía de Jaén no se lo
puede permitir
11.12.11 - 00:01 -JORGE PASTOR |
La economía jienense afronta el difícil reto de 'remontar
el vuelo' con la construcción, los servicios y la industria casi
paralizados y con la agricultura a medio gas. Difícil travesía del
desierto con la incierta garantía de un solo motor que funciona a
pedales. Y en ésas estamos. Pedaleando y pedaleando. No andan muy
desacertados los que afirman categóricamente que «el olivar lo es todo
en Jaén». Es cierto que hay actividades productivas con mayor
repercusión en el Producto Interior Bruto (PIB), pero el campo sigue
siendo la clave.
Para que nos hagamos una idea. Mientras que el agro representa tan sólo el 2 por ciento del PIB en la Unión Europea, el 2,5 por ciento en España o el 4,5 por ciento en la comunidad autónoma andaluza, en Jaén supone el 9,2 por ciento. Pero más allá de los porcentajes, siempre relevantes, la actividad primaria tiene una relevancia social enorme. Estamos ante una fuente de ingresos principal o secundaria para 110.000 de las 232.700 familias que hay en Jaén, la mitad de los hogares. Por esto, y 'sólo' por esto, cualquier posibilidad de recuperación pasa por el aceite. Que haya mucho y que, además, se venda bien.
Para que nos hagamos una idea. Mientras que el agro representa tan sólo el 2 por ciento del PIB en la Unión Europea, el 2,5 por ciento en España o el 4,5 por ciento en la comunidad autónoma andaluza, en Jaén supone el 9,2 por ciento. Pero más allá de los porcentajes, siempre relevantes, la actividad primaria tiene una relevancia social enorme. Estamos ante una fuente de ingresos principal o secundaria para 110.000 de las 232.700 familias que hay en Jaén, la mitad de los hogares. Por esto, y 'sólo' por esto, cualquier posibilidad de recuperación pasa por el aceite. Que haya mucho y que, además, se venda bien.
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