España no recuperará un ritmo de crecimiento económico
capaz de generar empleo neto hasta más allá de 2016. Así lo estima el
Gobierno en su nuevo cuadro de previsiones macroeconómicas aprobado este
viernes por el consejo de ministros, donde aleja más de dos años el
horizonte de recuperación con el que había estado trabajando los últimos
meses. De hecho, con estas estimaciones los expertos consideran que las
cifras en que se basaron los Presupuestos del Estado para el ejercicio
vigente se convierten casi en 'papel mojado' y, por extensión, quedan en
entredicho las propias cuentas públicas.
La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha justificado
estos cambios en la necesidad de "hacer un ejercicio de realismo",
argumento en el ha abundado el ministro de Economía, Luis de Guindos, al
insistir en que las últimas previsiones aprobadas por el Ejecutivo son
"extremadamente conservadoras", en aras a "otorgar muchísima
credibilidad al cumplimiento de la senda del déficit público".
No obstante, en materia de crecimiento económico, las
nuevas estimaciones se antojan, sobre todo, realistas, al ir en la línea
de las últimas previsiones para Españas hechas tanto por los institutos
nacionales (Banco de España y FUNCAS, por ejemplo) como internacionales
(Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional). El Gobierno prevé
una caída del PIB del 1,3% para el presente ejercicio, en línea con el
dato de 2012 (-1,4%). Solo a partir del año que viene llegarán las tasas
positivas, aunque muy moderadas (+0,5% en 2014 y +0,9% en 2015), de
modo que solo se podrá crecer por encima del punto porcentual hasta 2016
(+1,3%).
Acompasado con los datos anteriores, la tasa de paro no
bajará del 25%, es decir, de la registrada el año pasado, hasta dentro
de cuatro años (24,8% en 2016). Sin embargo, el Ejecutivo estima que su
tope será el 27,1% ya registrado en el primer trimestre (según la última
Encuesta de Población Activa), previsión que algunos expertos ya han
tachado de optimista, para moderarse luego levemente hasta el 26,7% en
2014 y el 25,8% en 2015. En consecuencia, y aunque el Gobierno prevé que
se invertirá la tendencia de destrucción de puestos de trabajo (-3,4%
en 2013 y -0,4% en 2014) dentro de dos años (+0,3% en 2015 y +0,7% en
2016), no contempla que haya creación de empleo neto, al menos, hasta
2017 pues, según el consenso de los expertos, para ello es necesario que
el PIB crezca por encima del 2% anual.
Difícil recuperación
Resultará difícil alcanzar ese nivel, aunque para ello el
Gobierno cuenta con que la demanda nacional volverá a entrar en tasas
positivas dentro de cuatro años (+0,6% en 2016), si bien para entonces
solo el consumo privado aportará al mismo (+0,4% en 2015 y +0,8% en
2016), ya que el consumo de las administraciones públicas permanecerá en
cifras negativas 'sine die' sin grandes variaciones (del -4,4% que se
espera para el presente ejercicio se pasará al -3,16% en 2016).
El saldo exterior, casi único salvavidas de la economía
española, reducirá de forma progresiva su aportación (del 2,4% de 2013 a
apenas el 0,7% en 2016), en línea con la fuerte recuperación de las
importaciones (de una caída del -3,7% en 2013 se pasará a un incremento
del 6,2% en 2016) que, no obstante, estará por debajo de las tasas
alcanzadas en las exportaciones (del +4,1% de este año se pasará al 7,1%
en 2016). La inflación, a su vez, se mantendrá estable el próximo
lustro (del 1,4% previsto al cierre de 2013 se pasará al 1,8% en 2016).
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