VoltaireNo estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo.

Voltaire



Miedo a las nuevas ideas?
No, a mí lo que realmente me horrorizan son las viejas ideas





jueves, 4 de abril de 2013

Las aceiteras alertan del peligro de desbordamiento de sus balsas



Enrique alonso/Jaén
La Asociación Provincial de Almazaras de Jaén no sabe qué hacer. Cada día, el teléfono no para de sonar. Las fábricas alertan de que sus balsas están hasta arriba debido a la lluvia y no pueden soltar ni una gota sin permiso. El agua negra de la campaña se mezcla con la que dejan las nubes. ¿Imaginan un río negro en busca del Guadalquivir? Sería dramático y tendría un impacto ambiental considerable.
No resulta tan descabellado y lo peor es que, si ocurre una desgracia, podría convertirse en realidad. Decenas de balsas de los efluentes de la aceituna están hasta arriba. El secretario de la Asociación Provincial de Almazaras de Jaén y de la Federación Española de Fabricantes de Aceite de Oliva, Enrique Delgado, es rotundo: “Estamos muy asustados. El problema es grave y, por el momento, no nos han dado una solución”.
Los almazareros han contactado con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y con la Delegación Provincial de Agricultura y Medio Ambiente. Enrique Delgado manifiesta que, por el momento, ninguna de las dos entidades —una pertenece a la Junta y otra al Gobierno— les han dado una solución. Por ello, la Federación Española de Fabricantes de Aceite de Oliva prepara la documentación para registrarla en ambas instituciones. Posiblemente, lo hará hoy. Los documentos plasmarán el problema, explicarán el peligro ambiental que existe y demandarán soluciones. Paradójicamente, se trata de la campaña agrícola en la que menos efluentes existen. Se ha producido tan poco aceite que el agua de lavado es mínima. En cambio, ha llovido tanto sobre las balsas que ahora son auténticos lagos de agua negra. Los almazareros piden que los técnicos acudan a las balsas que están cerca de rebosar y que les permitan desaguar. Dicen que se puede hacer con un análisis que garantice la seguridad ambiental. Incluso, tal vez se podría expulsar agua de arriba y dejar la del fondo —para que se seque en verano—, ya que se presume que tiene más elementos perjudiciales. No es algo nuevo. Otros años lluviosos, al final, se adoptó esta decisión. Las almazaras se quejan de que, por el momento, no tienen una solución. De hecho, ya se permite regar con este vertido —con un permiso ambiental—, pero los propietarios aseguran que ahora es imposible. Además, no garantizan que la lluvia o el estado del campo —totalmente encharcado— haga que, al final, entre en cauces fluviales. Precisamente, algunas ni siquiera podrían echarla al campo porque la normativa se lo impide por estar cerca de ríos o arroyos. Tienen un auténtico problema.

No hay comentarios:

Publicar un comentario