La mejor evidencia de las enormes
dificultades de las familias es que el número de lanzamientos se ha
incrementado un 60 por ciento en Jaén
07.04.13 - 02:20 - JORGE PASTOR | JAÉN.
Aunque detrás de un desahucio lo que subyace
fundamentalmente es una situación de enorme dramatismo para los hogares,
lo cierto es que disponer de unas estadísticas rigurosas también tiene
una enorme importancia ya que, a final, lo que llega hasta la mesa de
los legisladores son datos. Digamos que hasta el momento había un
'vacío' informativo ya solo se sabía realmente cuántas ejecuciones
hipotecarias pasaban por los juzgados, pero no sabíamos cuántas de ellas
terminaban con el lastimoso trance de desalojos voluntarios o forzados
de las viviendas. Pero el Consejo General del Poder Judicial, que
realiza informes trimestrales sobre la incidencia de la crisis en los
órganos de la justicia, ha dado un paso más y también ha comenzado a
publicar cuántos 'lanzamientos' se producen con detalle provincial.
Estamos hablando del acto mediante el cual se despoja a una persona de
la posesión material de un inmueble. Las cifras concernientes a Jaén no
pueden ser más preocupantes. En el pasado 2012 se contabilizaron un
total de 952, lo que arroja un promedio diario de 2,6. O sea, para que
todos nos entendamos, 2,6 familias que cada veinticuatro horas pierden
sus viviendas. Una situación terrible cuando se trata del único techo y
no menos traumática si hablamos de segundas residencias -muchas de ellas
adquiridas en pleno 'boom' inmobiliario como supuesta inversión-.
¿Cuál es el problema? Que vamos claramente a peor. Sirva
como referencia que en 2011 se computaron 594 lanzamientos, lo que
supone un incremento superior al 60 por ciento en términos relativos.
Esto evidencia dos cosas. Primera, una auténtica barbaridad por la
trascendencia del hecho en sí. Verse en la calle. Y además, sin
distinciones. Da igual que haya chiquillos, dependientes o
desesperación. Y segunda, el notable deterioro de las economías
familiares. La principal causa de que se deje de pagar un crédito
hipotecario es inicialmente la pérdida del empleo y, al año o los dos
años, quedarse también sin alguno de los recursos del sistema de
protección social: la prestación contributiva, el subsidio o los 420
euros de la Renta Activa de Inserción. Y es que normalmente la letra del
piso es lo último que se deja de abonar.
3.000 procesos en curso
Se estima que ahora mismo hay unos 3.000 procesos abiertos
en Jaén. Lo que está por ver es cuántos de ellos acabarán de la peor
forma posible. Y es que hasta ahora las posibilidades de que la cosa
terminara mal eran altas. Pero la reciente sentencia del Tribunal de
Justicia de la Unión Europea ha marcado un punto de inflexión que ha
paralizado muchos procedimientos en curso. El fallo dice que la
legislación española vulnera la normativa comunitaria porque no
garantiza a los ciudadanos una protección suficiente frente a las
cláusulas abusivas. Si el juez considera que en los contratos existe
alguna, puede tomar la medida cautelar de no desahuciar. Hasta la fecha
esto no podía dictaminarse hasta un juicio posterior, algo que, a juicio
de la justicia europea, «resulta incompleto e insuficiente» ya que no
se evita que el denunciado se quede sin la finca y todo se limita al
desembolso de una indemnización por daños y perjuicios.
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