Sábado, 28 de Mayo de 2011 20:45 Gestor D_J DEPORTES - NOTICIAS DEPORTIVAS
El bullicioso Chicharito, viviendo al límite del fuera de juego, puso a prueba la coordinación en el eje defensivo entre Gerard Piqué y Javier Mascherano, el sorprendente sustituto de Carles ’Puyol. Tuvo alguna opción Rooney, en una anticipación sobre el argentino y Chicharito, en una acción con Piqué. Aquí se acabó el efecto champán del United, porque el Barcelona tomó las riendas de la situación, con la dirección de Xavi y el desequilibrio entre líneas de Leo Messi, que estuvo a un gran nivel. Al United se le apagó la luz a los diez minutos. El Barça fue creciendo en su fútbol ante un equipo inglés obligado a jugar cada vez más cerca de Van der Sar ante la presión de los azulgrana. Una jugada colectiva con un remate cercano de Pedro fue la primera advertencia del equipo español, que empezó a sentirse cómodo. Pedro y Villa, en dos remates cercanos, pusieron la angustia en el ánimo de los ingleses. Era la demostración del dominio del Barça. Una jugada de Messi, que regateó a cuatro rivales, quedó en el recuerdo de lo que pudo haber sido y no fue. Hasta que salió Ferguson, en el presagio del 1-0. Una gran pase de Xavi sobre Pedro y una definición estelar del extremo. En el minuto 27, el Barça parecía que ya había conseguido un asa de la “orejona”, pero los azulgrana cometieron un error en un saque de banda y se complicaron la vida. Jugó Giggs, en posición dudosa, sobre Rooney. “El Pelé blanco”, como le cantan en Old Trafford, cruzó el balón y equilibró el partido en el minuto 34. Un remate a puerta, un gol.
El Barça se tomó el empate como un accidente y se reencontró con su fútbol, sin una duda. Messi, siempre presente en la creación del equipo entre líneas, tuvo el 2-1 en una jugada en la que superó a Carrick, combinó con Villa, pero no pudo empujar el balón a la red a un metro de la meta del United. Fue la última ocasión de la primera mitad.
Con determinación, el Barcelona salió en la segunda parte a resolver el partido. Las dudas fueron todas para el United, que se vio incapaz de frenar la avalancha que se le vino encima. Y el partido duró lo que le pareció a Messi. El argentino, en el minuto 54, recogió un balón cerca del área, la defensa del United pensó en un pase, “La pulga” sorprendió a todos, también a Van der Sar, y marcó el 2-1. Ese fue el principio de la exhibición azulgrana, el final del United. Jugó el Barça como quiso, Messi se erigió en el maestro de ceremonias. Ferguson vivía imponente desde el banquillo, los aficionados del ManU comprobaban que volverían a irse de vacío, como hace dos años. Remató Messi, una vez, otra de tacón, tiros lejanos de Xavi y de Iniesta, hasta que llegó lo inevitable. Una acción de Messi y un magistral remate con rosca de David Villa, el jugador que estaba gafado cara al gol y que sentenció el partido en el minuto 69 (3-1). Los últimos 21 minutos fueron un quiero y no puedo del United. Sin tanta voracidad, el Barça pareció contenerse, el equipo inglés se lanzó hacia adelante, pero sin determinación. Estalló la grada oeste de Wembley por la victoria. El Barcelona ya esta al mismo nivel que míticos equipos europeos. Con cuatro títulos, tiene los mismos que el Bayern de Munich y el Ajax, pero los azulgrana no parecen tener suficiente. Londres, París, Roma, Londres, el Barça cierra el círculo. Francisco Ávila / Londres
No hay comentarios:
Publicar un comentario