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viernes, 29 de marzo de 2013

A juicio un tratante italiano de aceite acusado de estafar 350.000 euros


 

Viernes, 29 de Marzo de 2013 11:14 Gestor D_J JAÉN - noticias locales




Un tratante italiano, pero afincado en Jaén, del sector del aceite de oliva se sentará en el banquillo acusado de estafar más de 350.000 euros a dos empresas transalpinas. Presuntamente, se quedó con el dinero que esas sociedades le entregaron a cuenta para comprar productos en cooperativas de Jaén. Le piden casi cuatro años de cárcel.
El escrito de acusación provisional de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Diario JAEN, especifica que Marco D. M., de 49 años, creó una empresa a finales del año 2011, de la que era socio y administrador único. El Ministerio Público asegura que era una especie de “tapadera” para sus actividades: “La única finalidad de esa sociedad es dar apariencia de legalidad y fiabilidad a las operaciones fraudulentas que el acusado proyectaba realizar”, relata el fiscal Juan Muñoz Cuesta. 
¿Cuáles fueron esas dos operaciones? Presuntamente, Marco D. M. aprovechó sus contactos y su experiencia como corredor de aceite para firmar dos contratos con empresarios italianos, su país natal. Con el primero, acordó la entrega de siete camiones cargados de oro líquido a cambio de 171.000 euros. Con el segundo se comprometió a servirle 925.000 kilos de aceite, valorados en 181.000 euros. Las sociedades transalpinas enviaron el dinero por adelantado, a través de transferencias bancarias a una cuenta a nombre de la empresa que antes había creado Marco D. M.
Sin embargo, cuando los compradores italianos mandaron a una cooperativa de Jaén los camiones para retirar el producto, les dijeron que no podían llevarse la mercancía porque no estaba pagada. Presuntamente, el que se quedó con el dinero fue el corredor italiano. La Fiscalía explica que Marco D. M. ni tan siquiera contactó con la cooperativa “para la adquisición del aceite que debía entregar”. Añade, además, que la empresa que creó el acusado no realizó ni una sola operación mercantil más. Lo que hizo después fue, presuntamente, vaciar la cuenta, en la que había más de 350.000 euros, y “esfumarse”.
Las empresas italianas intentaron localizarlo. No hubo manera. Así que lo denunciaron por estafa. Veintidós días después, la Policía de Jaén arrestó a Marco D. M. en una lujosa urbanización de Málaga capital. Al parecer, se había refugiado allí con la intención de esconderse. Según explicaron los investigadores, dio de baja sus teléfonos, vendió su coche y abandonó su domicilio de la capital jiennense. A sus amigos les dijo que se marchaba a vivir a Tarragona. Maniobras encaminadas “a dificultar las futuras investigaciones de la Policía”, tal y como aclaró la Comisaría en la nota en la que se informaba de su detención, a finales de febrero de 2012. Fue la operación Marco.
Presuntamente, con el dinero de sus compatriotas adquirió un par de vehículos de alta gama, uno de ellos un Maserati, que puso a nombre de unos de sus hijos. Los coches fueron decomisados por la Policía. Además, los agentes le incautaron más de 34.000 euros que el detenido guardaba en efectivo en su casa. Marco D. M., que según la Fiscalía ya tiene antecedentes por hechos similares, fue enviado a prisión preventiva por orden del Juzgado de Instrucción número 4 de Jaén. El Ministerio Público le reclama una condena de casi cuatro años de cárcel acusado de un delito continuado de estafa. La acusación particular, ejercida por las dos empresas italianas, solicita un castigo de cinco años de prisión. Además, se reclama que haga frente a las cantidades presuntamente defraudadas: 171.000 euros a una de las sociedades y 181.000 a la segunda. En caso de no pagar, el Ministerio Público solicita que le sean embargados los bienes que pudiera tener. En principio, la defensa del tratante italiano niega todos los cargos que se le imputan. Rafael Abolafia / Jaén
 

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