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viernes, 8 de marzo de 2013

En el siglo XIV la gente también volcó su ira contra los banqueros, a los que creía "responsables de la crisis"


07.03.2013 | 02:09 LEVANTE-ECONOMIA
 
Antoni Furió ve similitudes entre la crisis económica de la Baja Edad Media y la actual.
Antoni Furió ve similitudes entre la crisis económica de la Baja Edad Media y la actual. "En la Edad Media se produjo una crisis que afectó a los cimientos sociales, políticos, institucionales y morales"
El catedrático de Historia Medieval de la Universitat de València, Antoni Furió, ha estudiado las analogías entre las crisis económicas que vivió la Corona de Aragón en la Baja Edad Media y la que actualmente azota a la Comunitat Valenciana y al conjunto de España. Ve similitudes en algunos aspectos básicos de la organización económica y social y en las reacciones humanas.

¿Hay analogías entre la crisis actual y la de la Baja Edad Media?
Ambas son crisis sistémicas, de sistema. No se trata de una simple crisis coyuntural, superficial, sino de algo más profundo que afecta a los fundamentos mismos del sistema, feudal en un caso, capitalista en el otro. La crisis financiera, la más visible, con el hundimiento de los bancos y de los ahorros de los pequeños inversores, es sólo la manifestación de una crisis económica más profunda. También se parecen en que no es sólo una crisis financiera o económica en general, sino también social, política, institucional e incluso moral, de valores.

¿Hubo cambios sociales?
Es todo el sistema el que está ahora mismo en cuestión, como lo estaba también en el siglo XIV, con el Cisma de la Iglesia, los movimientos de penitentes, las luchas políticasÉ Otro aspecto en el que se asemejan es en la búsqueda de responsables, de chivos expiatorios, en los determinados sectores de la población, que en la Edad Media eran judíos y leprosos y hoy son inmigrantes, a quienes se responsabiliza de quitar el puesto de trabajo a los autóctonos.
¿Cómo reaccionó la población?
En lo que no se parecen, al menos de momento, es en la reacción de la población ante la crisis. En el siglo XIV, la gente volcó también sus iras contra los banqueros (cambistas), a los que consideraban responsables de la crisis financiera, a causa de las continuas
bancarrotas que se llevaban por delante sus inversiones.

¿Se asumieron responsabilidades?
En Cataluña y Valencia se estableció, ya desde 1300, que cualquier banquero que se declarara en bancarrota sería humillado públicamente por toda la ciudad. Se reguló que un pregonero haría públicas sus faltas, y sería condenado a vivir sin ningún tipo de lujo, a dieta de pan y agua, hasta que devolviese a sus acreedores su deuda. Y en 1321 se estableció que los banqueros que no cumpliesen inmediatamente sus compromisos serían declarados en bancarrota y, si no pagaban sus deudas en el plazo de un año, serían señalados públicamente por el pregonero, decapitados frente a su mostrador y sus bienes vendidos para pagar a sus acreedores.

¿Hubo ejecutados?
En 1360 el banquero Francesc Castelló, en estricto cumplimiento de la ley, fue decapitado frente a su mostrador. No hay casos de decapitados en Valencia pero sí de bancarrotas contínuas de cambistas o banqueros.

¿La corrupción contaminaba el sistema?
Sí. Estaba muy generalizada. Era una de las causas por las que se produjo la intervención pública de Estado, en este caso de la monarquía. En las ciudades, los acreedores de la deuda pública de la ciudad eran los mismos que la gobernaban, eran los primeros beneficiarios del sistema. A través del control del gasto público se intentaban sanear las finanzas públicas, y era a la vez una vía de intervencionismo.

¿Fue una excusa para la intervención real o estaba justificada?
Ambas cosas. Estaba justificada pero hay que tener en cuenta que más allá de temas políticos, las ciudades eran fábricas fiscales para la monarquía. Obtenía recursos de las ciudades y la mala gestión perjudicaba sus propios ingresos. Ernest Belenguer señala que a final del siglo XV la persona que más mandaba en la ciudad de Valencia era el Racional, nombrado por el monarca. Era una especie de interventor o controlador del gasto municipal, un técnico que gracias a la confianza del rey, adquiere un peso político enorme.La figura comparativa con la actualidad son los técnicos a los que se pretende impone en sustitución de los políticos, como es el caso de Mario Monti en Italia. Es un buen gestor pero ha sido un mal político.

¿Había malestar por ese intervencionismo?
Se celebraba a caída de cada Racional. Son gente nombrada por el rey que hacen negocios privados con fondos públicos y cuando se destapaban los casos eran destituidos. Su caída era celebrada por los demás. Estamos hablando de una lucha entre la corona y la oligarquía. El Racional sale de esa misma oligarquía, que era un trampolín de corrupción.

¿Cómo se salió de la crisis del siglo XV?
En el caso de Valencia la salida estuvo en apostar por cultivos más rentables, destinados a la exportación o al mercado. Frente al trigo, viña u olivo, ahora se cultivaba cáñamo para la industria textil, arroz, azúcar y productos de más valor como la morera, bien para la industria textil autóctona o para la exportación Era algo que venía desde la Conquista pero que ahora se acentuaba. Se creó una economía más centralizada, con irrigación y conexión con los mercados.

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