Hace tabla rasa y propone una tarifa plana para que todos los agricultores de la UE cobre por igual
11.10.11 - 17:59 -EUROPA PRESS | BRUSELAS
La Comisión Europea pedirá mañana miércoles a España que
acceda a revisar las ayudas europeas que reciben sus agricultores y
ganaderos para favorecer un reparto "más justo y equilibrado entre
sectores y regiones", como parte de los cambios que quiere lograr en la
negociación con los gobiernos europeos de cara a la reforma de la
Política Agraria Común (PAC) para después de 2013.
De acuerdo al borrador de la reforma al que ha tenido
acceso Europa Press, Bruselas mantiene el propósito de eliminar los
criterios históricos con los que se calculan las ayudas directas de los
agricultores y que en principio favorecen a los antiguos Estados
miembros, como España y Francia. Los países de más reciente
incorporación a la Unión Europea ya cuentan con un pago único por
hectárea igual para todo productor.
También plantea otras modificaciones como fijar un techo
máximo al pago único para que no exceda los 300.000 euros anuales y
evitar así que sean los grandes terratenientes los que más se benefician
de los apoyos comunitarios. Este tope, sin embargo, no afectaría al
proyecto de Bruselas de reservar el 30% de las ayudas para primar las
buenas prácticas medioambientales.
El comisario Ciolos es partidario de fijar un pago básico
por hectárea, a modo de 'tarifa plana', para todos los agricultores y
por ello pedirá a los Estados miembros con mayores diferencias en los
pagos unitarios directos a agricultores, entre ellos España, que inicien
un "ajuste progresivo hasta 2019" para que en esa fecha hay un pago
único para cada sector por Estado miembro o por región.
Fuentes europeas consultadas consideran que este punto
será uno de los principales escollos en las negociaciones y que será un
"problema bastante difícil" de resolver para los antiguos Estados
miembros que aplican referencias históricas que tienen en cuenta la
situación de las explotaciones entre 2000 y 2002. "No es posible que un
agricultor siga cobrando en función de la producción que tuvo hace una
década", argumentan las fuentes.
La reforma que plantea Bruselas fija como prioridades
garantizar el suministro seguro y de calidad de alimentos a la
población, una gestión sostenible de los recursos naturales y el
mantenimiento del "equilibrio territorial y la diversidad de las zonas
rurales".
Con esta reforma, el Ejecutivo comunitario quiere
"justificar mejor ante el contribuyente" el gasto agrícola de la UE, que
actualmente suma cerca de 60.000 millones de euros, en torno al 40% del
presupuesto total, explican fuentes comunitarias. España, uno de los
principales beneficiarios de esta política, recibe unos 7.500 millones
de euros. La Comisión ha propuesto que en los próximos presupuestos, de
2014 a 2020, el gasto agrícola represente entre el 39 % (el primer año) y
el 33% (en último) del total.
Ciolos presentará este miércoles el documento primero en
una comparecencia ante el Parlamento Europeo y posteriormente en una
rueda de prensa, seguido de un encuentro por la tarde con agricultores
europeos en la sede del Comité de Organizaciones Agrarias y de
Cooperativas Europeas (Copa Cogeca), según ha informado su departamento.
Techo de 300.000 euros y primas medioambientales
Con la propuesta del miércoles, además, el comisario
Ciolos retomará una vieja aspiración del Ejecutivo comunitario para
limitar los subsidios que reciben las grandes explotaciones agrícolas y
ganaderas de las arcas europeas. En 2007, durante la anterior reforma
que negociaron los gobiernos europeos, Bruselas quiso sacar adelante una
propuesta similar a esta pero chocó con la oposición de la mayoría de
los Estados miembros.
En la actualidad, una "gran mayoría" de países siguen en
contra, incluidos Reino Unido, Alemania y nuevos Estados miembros como
Rumanía, según fuentes comunitarias. En abril, las conclusiones del
Consejo de ministros de Agricultura de la UE recogieron pronunciamientos
en contra de pactar un techo para las ayudas de parte de la mayoría de
delegaciones.
Aún así, el borrador de propuesta incluye la cifra de
300.000 euros anuales como pago único máximo, si bien contempla
salvedades para computar el coste salarial de las explotaciones antes de
aplicar la reducción, con el objetivo de no castigar con este cambio la
creación de empleo en el sector. Además, defiende un recorte progresivo
de las ayudas por tramos de entre 150.000 y 300.000 euros, para
reducirlas entre un 20 y un 70%, según el tramo.
Otro de los retos importantes que mantiene la Comisión
entre sus objetivos es hacer de la PAC una política "más verde" y para
ello plantea primar a los productores que hagan más esfuerzos a nivel
medioambiental, para incentivar prácticas como el barbecho ecológico,
los pastos permanentes o la rotación de cultivos.
De hecho, sopesa que un 30% de las ayudas directas se
dirijan a compensar estos esfuerzos 'verdes' y descarta aplicar a esta
partida el techo o 'capping' que pide para el pago de base. Fuentes
comunitarias defienden que no se puede limitar este apoyo porque se
trata de pagar al agricultor por una labor de interés público con la que
protege el entorno y aseguran que son prácticas de fácil cumplimiento
que muchos agricultores y ganaderos realizan ya.
Bruselas piensa, además, en una reforma que acelere el
cambio generacional en un sector en el que dos tercios de los
trabajadores son mayores de 55 años. Así, los agricultores y ganaderos
menores de 40 años podrán cobrar un 5% más de ayudas anuales durante un
periodo máximo de cinco años. También abogará por crear un régimen
específico y simplificado para los pequeños productores.
La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino,
Rosa Aguilar, expresó en el último Consejo de ministros europeos del
ramo su preocupación respecto a algunas ideas del comisario como, por
ejemplo, fijar un pago unitario directo para los agricultores o la
"regionalziación" de la política agraria en los términos en que lo
plantea Bruselas. Además advirtió de que España no daría "ni un paso
atrás" en sus derechos y recursos que le corresponden por la PAC.
Los agricultores europeos también han mostrado sus dudas y
han reclamado que la conversión de la PAC en una política más 'verde'
no se traduzca en costes adicionales.
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