Un agricultor pasa por un camino rural para llegar hasta su explotación. Foto: Agustín Muñoz.Jaén aún no tiene 580.000 toneladas de aceite de oliva para la próxima campaña. El aforo solo es un cálculo de lo que se espera —la consejera insistió mucho en ello—, pero la cifra final será la que habrá en abril en las bodegas o en los libros de cuentas de las almazaras de la capital y su provincia. Si no llueve pronto, la previsión de cosecha puede sufrir una disminución a la baja. Y en Jaén, el aceite es riqueza, empleo y lo único que ahora tiene capacidad para engrasar el motor de la economía provincial para que funcione, lo que se traslada al resto de sectores productivos. Ahora, millones de kilos de aceituna están amenazados. Si las nubes no dejan agua pronto, la cosecha pesará menos y, consecuentemente, habrá menos “oro líquido”.
Los agricultores lo saben definir bien: “Las aceitunas del secano están ahora arrugadas. Les falta agua y, si no la tienen pronto, no formarán tanto aceite como se espera. En poco tiempo, empezarán a ponerse negras. Si antes no le cae agua, ya no engordan en aceite, sino en líquidos que luego no sirven para nada”, comentaba un agricultor después de escuchar la presentación del aforo oficial. De hecho, la propia consejera de Agricultura, Clara Aguilera, muestra mucha cautela respecto a las precipitaciones.
“Si no llueve, cambiará el rendimiento. Además, si el agua cae en el invierno, solo servirá para que complique la recolección. Esperemos que pronto haya precipitaciones”, manifestaba Clara Aguilera durante la presentación de las previsiones de campaña. La maduración del fruto no es homogénea, lo que hace que algunas fincas tengan más márgenes para recibir agua que otras. No obstante, los productores coinciden en que en octubre hace falta que llueva en los olivares de secano. Por ahora, no hay previsión de que caiga agua. La Agencia Estatal de Meteorología apunta a que, en esta semana, subirán las temperaturas. Solo se prevén tímidas precipitaciones, por el momento, para San Lucas —el 18 de octubre—. Los de regadío, por fortuna, no tienen este problema. La campaña de riego se ha desarrollado sin problema alguno gracias a los recursos hidrológicos que existen después de tres inviernos muy lluviosos, por lo que sus aceitunas están gordas y muy saludables.
Por otro lado, el coordinador del grupo de diputados del PP de Jaén en el Parlamento de Andalucía, Francisco Armijo, afirma que las cifras del aforo pueden ser más bajas si no llueve. Por ello, en un comunicado, recuerda a la Junta que tiene que apostar por la modernización de las explotaciones y por vender el aceite en vez de aprobar una Ley del Olivar que no tiene presupuesto”. Dice que no contempla la principal necesidad que tiene el sector, que radica en garantizar la rentabilidad y la competitividad en los mercados de las explotaciones olivareras. No obstante, Clara Aguilera también tuvo respuesta para el PP: “Armijo hizo el trabajo en el Parlamento y, luego, llegó Fernández de Moya y se puso en las fotografías. Ni siquiera sabía las enmiendas que se habían aprobado y las que no”.
El campo de Jaén, a la espera de lo que diga Europa
Jaén se la vuelve “a jugar” en Europa. Mañana, Fiesta del Pilar o de la Hispanidad en España es la fecha elegida por la Unión Europea para presentar la reforma de la Política Agraria Comunitaria (PAC), que impondrá un nuevo marco de ayudas desde 2014 a 2020. El nuevo marco ha sido uno de los “lobos” más temidos en los últimos años, sobre todo, cuando los políticos aseguraban que las subvenciones estaban garantizadas hasta 2013. La Comisión ya presentó el presupuesto, que despejaba el “fantasma” del fin de las ayudas. Europa vuelve a poner dinero para el campo, lo que se traduce en que habrá subvenciones. Queda la duda de ver cómo se reparten. Europa no es la misma que la de hace unos años. Hay más países para un pastel similar y una corriente que aboga por quitar los derechos históricos que tienen España y Francia, que le otorgan un nivel de ayudas diferente —y mejor—.
La reforma se “amasa” en el gabinete del comisario Dacian Ciolos —rumano— que, hasta ahora, apunta a una “tarifa plana”, que no beneficia a la producción —en una economía que vuelve a creer en el trabajo para generar riqueza frente a los especuladores—. Clara Aguilera ya dijo ayer en Jaén que se esperan propuestas que no serán buenas, pero que el “partido” hay que jugarlo. Después de la propuesta, los países han de negociar. “La tarifa plana fomenta el paro y no da riqueza”, aseguró.
Jaén se juega mucho. La Oficina de Estadística —Eurostat— lo cifraba en 465 millones de euros al año, pero es más que dinero. Se trata de mantener decenas de pueblos con vida y a gente con un porvenir. Mañana, llega la propuesta con la que se especula en Jaén desde un lustro. Y el jueves, se sentarán las bases del nuevo almacenamiento. Sin duda, una semana clave para el futuro.
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